El futuro del testing (y no hablo de IA)

Antes, probar software era asegurarse de que los botones funcionaran. Ahora también significa asegurar que un contrato inteligente no pierda millones, que una API sobreviva en producción distribuida, o que una persona ciega pueda acceder a tu app sin obstáculos.

El QA del futuro ya está aquí.


Blockchain Testing: lo inmutable también se prueba

Cuando escuchamos “blockchain”, muchos piensan en criptomonedas. Pero desde la perspectiva de QA, el verdadero reto está en los contratos inteligentes. Estos pequeños programas que corren sobre Ethereum, Solana u otras redes son inmutables una vez desplegados. Un error no solo rompe la funcionalidad: puede costar millones o ser explotado por atacantes.

Probar smart contracts no es solo escribir pruebas unitarias. Es entender:

  • cómo se calcula el gas fee,
  • cómo puede un usuario malicioso manipular una transacción,
  • y cómo se comporta el sistema ante forks, errores de consenso o ataques Sybil.

Ganache, Hardhat, y herramientas de análisis estático como Mythril o Slither se vuelven indispensables. Aquí el QA se convierte en criptodetective: no basta con validar, hay que anticipar.


Cloud-native Testing: entre contenedores y caos

La promesa del software moderno es clara: escalar automáticamente, sobrevivir a fallos, desplegar en segundos. Pero para que eso funcione, el QA también tiene que volverse nativo del cloud.

Hoy en día ya no pruebas “una app”. Pruebas:

  • 12 microservicios que se comunican por APIs REST,
  • que se ejecutan en pods dentro de Kubernetes,
  • con flujos de datos orquestados en tiempo real.

Y no basta con pruebas funcionales. Hay que testear:

  • qué pasa si un microservicio cae (fault injection),
  • cómo se comporta el sistema bajo picos de tráfico (stress & scalability),
  • o cómo impacta un cambio de versión en producción (canary testing).

Las herramientas cambian: K6, Postman + Newman, LitmusChaos, Istio, TestContainers

Aquí el QA no se sienta a probar: se mete al clúster, monitorea con Grafana y destruye para validar resiliencia.


Accessibility Testing Avanzado: porque la inclusión no es opcional

Crecí viendo cómo la tecnología ignoraba a mi madre, que es sorda. Y aunque avanzamos, todavía hoy muchas aplicaciones siguen sin estar diseñadas para todos.

Accessibility testing (o A11y) ya no es solo revisar si hay etiquetas alt. Significa validar:

  • que los lectores de pantalla no se traben,
  • que el contraste permita leer con baja visión,
  • que la navegación por teclado sea completa,
  • que los formularios funcionen con tecnologías de asistencia.

Hoy, las herramientas como axe-core, WAVE, Lighthouse, o incluso plugins de Figma ayudan… Pero nada reemplaza una prueba real con usuarios diversos. Una app puede pasar todos los checks automáticos y seguir siendo una pesadilla para alguien con dislexia o parálisis.

La accesibilidad no es un nice-to-have. Es parte de la calidad. Y si no la testea QA, ¿quién más lo hará?


Esta en nuestras manos como testers fomentar este cambio.

El futuro del testing (y no hablo de IA)

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