Se trata de construir claridad mental

¡Hola!

Hoy quiero hablarte de un tema que ha sido una montaña rusa en mi vida: la productividad personal.

Entre cursos, libros y YouTube, escuchamos mil veces hablar de sistemas como GTD (Getting Things Done), PARA, Zettelkasten, Time Blocking, y muchos otros.
Pero ciertamente la verdadera lucha no es saber que existen, sino hacer que funcionen.

¿Qué es GTD y PARA, y por qué todo el mundo habla de ellos?

GTD, creado por David Allen, es un método que parte de una idea muy poderosa:

Tu mente está para tener ideas, no para retenerlas.

En GTD, todo empieza por capturar TODO fuera de tu cabeza — en listas, bandejas de entrada o herramientas digitales — para luego procesarlo y organizarlo en acciones claras.

PARA, de Tiago Forte, es más moderno y minimalista:

Organiza toda tu información en cuatro áreas: Projects, Areas, Resources, Archives.

Así, en lugar de perderte en un mar de carpetas o listas infinitas, sabes exactamente dónde guardar y dónde buscar cualquier cosa.

• Projects: todo lo que tiene un objetivo y un plazo (ej: lanzar tu sitio web, terminar tu tesis).
• Areas: todo lo que mantienes de manera continua (ej: salud, finanzas, relaciones).
• Resources: material de referencia para cuando lo necesites (ej: artículos, cursos, plantillas).
• Archives: cosas completadas o que ya no son relevantes, pero quieres conservar.

¿La productividad real viene de usar un sistema perfecto?

Al menos en mi experiencia lo que te puedo decir es que no.

Lo que marca la diferencia no es usar Notion, Keep Notes, Obsidian o la herramienta más bonita del mundo.

Lo que importa es que tengas un sistema (aunque sea feo) que saque las cosas de tu cabeza y te permita ver con claridad qué hacer después.

Porque al final, ser productivo no es hacer más cosas. Es hacer mejor las cosas que de verdad importan.

Así que si estás empezando o quieres mejorar tu flujo de trabajo:

• Empieza pequeño: Un cuaderno, una app sencilla, lo que sea que puedas mantener.
• Refina con el tiempo: No te cases con un método. Roba lo que te sirva de cada uno.
• Recuerda que la productividad no es un fin. Es un medio para vivir mejor.

Porque al final del día, lo importante no es ser más productivo… sino ser más libre.

¡Nos vemos en la próxima publicación!